Así, el papel del profesional de la logopedia se encargará de rehabilitar una amplia variedad de funciones debido a la complejidad y variedad de las diferentes secuelas que presentan los pacientes con daño cerebral:

• Afasia: es una alteración del lenguaje que, grosso modo, se caracteriza por trastornos en la emisión de los elementos sonoros del habla (parafasias), déficit de la comprensión y trastornos de la denominación (anomia). El logopeda trata todas las áreas del lenguaje: fonológico, léxico, morfológico, sintáctico, semántico, pragmático y comprensivo. Dependiendo de la localización de la lesión se observa una sintomatología u otra, y ofrece una guía para la clasificación del tipo de afasia. Las alteraciones se pueden ver en las siguientes áreas: 
  • Repetición.
  • Comprensión.
  • Denominación. 

• Alexia: pérdida de la capacidad para leer.
• Agrafía: pérdida de la capacidad para escritura.
• Acalculia: trastorno de la habilidad para el cálculo.
• Disartria: es una alteración del habla que se caracteriza por la parálisis,debilidad o incoordinación de la musculatura orofacial, que afecta a los mecanismos que participan en la producción del habla (respiración, fonación, articulación, resonancia y prosodia).
• Apraxia del habla: es la afectación de la capacidad para planificar y ejecutar voluntariamente los movimientos para la articulación del habla. La diferencia con la disartria, es que no existe parálisis, debilidad o descoordinación de la musculatura que interviene en el habla. Tampoco se puede explicar por una pérdida sensorial, por problemas de comprensión o por falta de atención.
• Disfagia: es la alteración de la deglución. Este tema lo desarrollamos en otro apartado al ser bastante amplio e importante.
• Alteraciones en las habilidades sociales: van a estar condicionadas por el grado de afectación de la persona y la personalidad antes de la lesión. Algunos ejemplos pueden ser: no respetar los turnos de palabra, no escuchar activamente, dificultad para empatizar, dificultades de léxico, mal uso y/o abuso del lenguaje corporal, gestión de las emociones…
• Dificultades sensoriales: visuales, auditivas, olfativas, del tacto.
• Problemas en la ideación y planificación del movimiento.
• Alteraciones del pensamiento y de las funciones ejecutivas: memoria de trabajo, atención y atención dual, planificación, razonamiento lógico, flexibilidad e inhibición mental, multitarea, estimación temporal y toma de decisiones.